martes, 2 de julio de 2013

España Invertebrada: Final. "El fundamentalismo democrático": Presentación.

Remitiéndome al primer post que publiqué en este blog –el post de presentación-, allí comenté que en épocas de crisis económica, se revelaban de forma más clara las miserias de un pueblo, en este caso, el nuestro, quedando patente de ese modo, sus problemas estructurales y culturales. Ahora bien, debido a la constante agitación sociopolítica y al sempiterno ruido, corremos el riesgo de desviar nuestra ya de por sí defectuosa mirada, hacia  una serie de causas más superficiales y periféricas,  dejando por ello intacto, el núcleo del problema.  Con el blog, como ya subrayé en aquella primera entrada,  pretendo arrojar algo de luz sobre un problema más profundo y radical, que los que nos aquejan en la actualidad –que ni son pocos, ni de poca importancia-,  gran parte de los cuáles se  derivan, si no en sí mismos, sí en el modo de plantearlos y resolverlos, de ese problema que, de acuerdo con José Ortega y Gasset  es “EL PROBLEMA” y se denomina España. Para ello no dudé en exponer las ideas -de una asombrosa actualidad por cierto, aún datando su publicación de 1922- de un libro fundamental en nuestra historiografía como es “España Invertebrada” del propio Ortega. Una vez finalizada dicha tarea apasionante y laboriosa a la vez, no exenta de complejidad, espero haber podido contribuir desde mi humilde posición, a suministrar al lector las herramientas adecuadas para llevar a cabo un análisis más exhaustivo y certero de nuestra -común-, como diría Ortega, “circunstancia”, que no es otra que España; esto es, la realidad en la cual vivimos cada uno de nosotros.
Por otro lado y en otro orden de cosas, quisiera incidir en que, el presente blog nació con la única intención de exponer las ideas de Ortega en el mencionado libro, con la mayor precisión, presteza y honestidad posibles, puesto que considero que estamos ante una obra de suma importancia cuyas ideas deberían ponerse en la palestra continuamente, porque nunca dejaron de ser actualidad. Como ya declaré en aquella primera entrada, sin aspirar a pretensiones elevadas, este era mi modo de reivindicar la filosofía en este país, en ésta “tierra de infieles”, especialmente en un momento en el que esa amenaza latente que la acecha desde siempre  -y que se materializa en su desvirtuación social por un lado, y su progresiva devaluación y reducción presencial en un sistema educativo patético por otro, como no podía ser de otra manera-, de nuevo, se cierne sobre ella de un modo especialmente estulto y grosero.  Por tanto, inicialmente mi intención era no continuar con el blog una vez concluida la exposición de “España Invertebrada”; ahora bien, posteriormente y conforme avanzaba en mi tarea pensé en dedicar el blog a las obras y filosofía de Ortega en general -y no creo necesario justificar ni un ápice más la figura e importancia de este filósofo nacido en Madrid-, sin embargo y a pesar de que era una buena ocasión para aprender más sobre su filosofía, consideré que centrarme exclusivamente en ello, implicaba definir unos límites a mis inquietudes filosóficas dado el interesante y amplísimo marco de acción que nos brinda un blog, por lo que deseché la opción de la especialización. No obstante, y a pesar de mi decisión, mantendré el nombre del blog y por descontado el subtítulo del mismo que se corresponde con una de las más sugestivas tesis de Ortega en “España Invertebrada”, porque aunque hayan pasado casi cien años desde su publicación, seguimos estando “In partibus infidelium” precisamente, porque todo lo que el pueblo no ha hecho, continua sin hacerse.
 Por tanto, dando por finalizada la cuestión, concluiré el post adelantando la nueva tarea que me he impuesto, y que entronca en cierto modo con lo expuesto en “España Invertebrada”, pero en otro orden de cosas, teniendo un mismo terreno de cultivo en sentido amplio: la filosofía. En lo sucesivo,  analizaremos problemas “más superficiales” de la realidad española actual –como consideraría Ortega los problemas políticos- desde la perspectiva del materialismo filosófico del profesor Gustavo Bueno en su libro: “El fundamentalismo democrático –La democracia española a examen-“. Nuevamente, trataremos de aportar algo de claridad al actual estado de cosas - suministrar al lector una serie de herramientas conceptuales que puedan resultarle útiles-, exponiendo las ideas fundamentales de esta obra del filósofo español  –aunque no utilizaremos el formato empleado en “España Invertebrada”, esto es, una exposición apartado por apartado, y de publicación semanal, puesto que ello implicaría incurrir en cierta monotonía, y sobre todo , la obligación que ello acarrea fatiga en exceso -.  Advertir por último al lector que, en esta ocasión, el nivel de exigencia es mucho mayor, esto es, la complejidad de la tarea aumenta en demasía –especialmente en lo que respecta a la terminología- por ello nos tomaremos nuestro quehacer con calma. Quizás puede que peque de osado o puede que parezca pretencioso, pero nada más lejos de la realidad, simplemente, considero sus ideas al respecto  muy interesantes, reveladoras y por supuesto críticas, y por ello, intentaré exponerlas del mejor modo que pueda -aun corriendo el riesgo de equivocarme-, eso sí, tratando de llegar, no única y exclusivamente al lector versado en la materia –que no ya versado en el autor, que podría más bien, aclararme a mí al respecto -, sino a todo aquel lector que quiera prestar su atención a tales menesteres. El profesor Bueno se pregunta una serie de cuestiones que no pueden dejar indiferente a nadie: ¿Qué es la corrupción? ¿Qué es la democracia? ¿La corrupción aniquila la democracia? ¿Es la democracia parlamentaria la forma más depurada y perfecta -suprema- de la convivencia política y social alcanzada por el hombre? ¿Es la democracia la culminación material de los valores supremos de la libertad, igualdad y fraternidad -ahora solidaridad-?; y por último, la más interesante: ¿Es la democracia el fin de la historia?

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